El 28 de enero de 1815, el secretario del Consejo de Estado parte en misión secreta a Río de Janeiro e Inglaterra. Lleva Pliegos de Carlos Maria de Alvear, para ser presentados ante Strangford y Castlereagh, diplomático y ministro del gobierno inglés. El pliego de Alvear ante Strangford, (bastante extenso), tiene muchos párrafos significativos... “D. Manuel García, mi consejero de Estado, instruirá a V.E. de mis últimos designios con respecto a la pacificación y futura suerte de esta Provincias. (...) el país no está en edad ni estado para gobernarse y necesita una mano exterior que lo dirija (……) En esta circunstancia la generosa Nación Británica puede poner un remedio eficaz a tantos males acogiendo en sus brazos a estas Provincias que obedecerán a su Gobierno y recibirán sus leyes con el mayor placer...”
En el Pliego de Alvear para Castlereagh era más claro todavía, y tenía algunos párrafos elocuentes… ”Estas Provincias desean pertenecer a la Gran Bretaña, y recibir sus leyes, obedecer a su Gobierno y vivir bajo su influjo poderoso. Estas (Provincias) se abandonan sin condición alguna a la generosidad y buena fe del pueblo inglés...” (.) ” Es necesario que se aprovechen los momentos. Que vengan tropas que impongan a los genios díscolos, y un jefe autorizado que empiece a dar al país las formas que sean del beneplácito del Rey y de la Nación, a cuyos efectos espero de V.E. me dará sus avisos con la reserva y prontitud que conviene para preparar oportunamente la ejecución” (Al Vizconde Strangford, representante de S.M.B. ante Brasil. 15 de enero de 1815. Original en la Facultad de Filosofía y Letras de la Ciudad de Bs.As. Archivo García.)
Esto, que es un directo pedido de “coloniaje”, es visto por Mitre con su “singular forma de ver y contar la historia” y lo llama simplemente “pedido de alianza o protectorado”.
Por otro lado, Alvear, fiel a su forma de actuar, al poco tiempo, al ser sacado del Gobierno, se dirige por escrito al ministro español Villalba, pidiendo su reincorporación el ejercito español y regresar a “la gracia de Fernando VII” Entre otras cosa, en su nota dice que ocupó el directorio para “aventurarse a un paso decisivo que pusiese término a esta maldita revolución…(….) pero había quienes no querían que el país volviese a su antigua tranquilidad…(….) porque mi decidido conato ha sido volver a estos paises a la dominación de un soberano que solamente puede hacerlos felices. Por eso yo con mi familia, así como otros compañeros en desgracia, no trepidamos en presentarnos voluntariamente a V.S. y permanecemos bajo su protección...Espero que considerándome como un vasallo que sinceramente reclama la gracia de su Soberano y está dispuesto a merecerla, se sirva recomendarme a Su Majestad ante quien me presentaré, luego que halle seguro transporte para mi persona y mi familia”.
Singular forma de actuar la de Carlos María de Alvear (que todavía tiene muchos imitadores y admiradores).
Fuente: www.lagazeta.com.ar
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