sábado, 31 de julio de 2010

Aún caminan conmigo



Aún caminan contigo,
aún caminan conmigo,
los que nunca se fueron,
los que nunca se han ido.

Hasta el fin de los tiempos,
los desaparecidos,
los compañeros nuestros,
nuestros seres queridos.

Van contigo y conmigo.
No contaban con eso,
no han desaparecido,
no pudieron con ellos,
ni pudieron contigo.

Aún están con nosotros,
todavía más vivos,
nunca desaparecen
los desaparecidos.

Ellos saltan las rejas,
ellos salen del río,
y derriban los muros,
van contigo y conmigo.
Más allá del silencio,
más allá del olvido,
los compañeros nuestros,
nuestros seres queridos.

Teresa Parodi

viernes, 30 de julio de 2010

Argentina aprueba la Ley de Matrimonio Homosexual

El 15 de julio de 2010, Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en hacer ley el matrimonio homosexual. Excelente informe de CQC, que abarca todo el debate entorno a la aprobación final del Senado de la Nación.

Eva Perón fue declarada "mujer del Bicentenario"

A 58 años de la desaparición física de Eva Duarte de Perón, la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner la declaró mujer del Bicentenario:

Recordando a Evita

"¡Viva el cáncer!, escribió alguna mano enemiga en un muro de Buenos Aires.

La odiaban, la odian los biencomidos: por pobre, por mujer, por insolente.

Ella los desafía hablando y los ofendía viviendo. Nacida para sirvienta, o a lo sumo para actríz de melodramas baratos. Evita se había salido de su lugar.

La querían, la quieren los malqueridos; por su boca ellos decían y maldecían. Además Evita era el hada rubia que abrazaba al leproso y al haraposo y daba paz al desesperado, el incesante manantial que prodigaba empleos y colchones, zapatos y máquinas de coser, dentaduras postizas, ajuares de novia.

Los míseros recibían estas caridades desde al lado, no desde arriba, aunque Evita luciera joyas despampanantes y en pleno verano ostentara abrigos de visón. No es que le perdonaran el lujo: se lo celebraban. No se sentía el pueblo humillado sino vengado por sus atavíos de reina.

Ante el cuerpo de Evita, rodeado de claveles blancos desfila el pueblo llorando. Día tras día, noche tras noche, la hilera de antorchas: una caravana de dos semanas de largo. Suspiran aliviados los usureros, los mercaderes, los señores de la tierra. Muerta Evita, el presidente Perón es un cuchillo sin filo."

Eduardo Galeano

domingo, 18 de julio de 2010

Abuelas de Plaza de Mayo en exitosa campaña por el Premio Nobel de la Paz

Abuela... que hora son?



Me acuerdo que en mis épocas de escuela
sólo los grandes usaban reloj,
entonces mi pregunta siempre era:
Abuela… qué hora son?

Qué importa la gramática incorrecta,
de ella es todo el tiempo y la razón
y aun hoy yo necesito la respuesta:
Abuela… qué hora son?

Abuela… qué hora son?
Serán las horas de las campanadas,
que anuncian esta vez esperanzadas,
que el viento a las tinieblas disipó.

El viento que hasta ayer jamás soplaba
en nuestra dirección,
el viento que esperabas
a la hora señalada
que indica tu reloj.

Victoria no sabía bien quién era
y Juan ni se enteró dónde nació
Supieron preguntar y no a cualquiera…
Abuela… qué hora son?

Abuela que me rima con estela,
estela en italiano que es el sol.
Abuela iluminando mi vereda.
Abuela… corazón.

Abuela… qué hora son?
Serán las horas de tejer los lazos,
que el odio separó en tantos pedazos,
que sólo puede remendar tu amor.

Serán las horas nuevas del abrazo
que el tiempo te negó.
Tanto tiempo buscando
el máximo regalo
que tu hijo te dejó.

Ignacio Copani

Visiones de doscientos años de historia

Informe del Bicentenario con análisis de muchas voces acerca de los doscientos años de nuestro país. El Bicentenario le sacó la careta a todos los actores políticos y opinólogos que no saben historia, o aún peor, tienen una interpretación muy peligrosa de la historia. Por otra parte, los que saben aprovechan para gritarle a la opinión pública ignorante la verdadera historia sobre la oficial:



La gran fiesta del Bicentenario, 1810-2010

Nuestra patria cumplió 200 años.

"Sobre la copa dorada del país, el sol iluminó estos días del Bicentenario... Y la luz que estaba en la copa de los árboles, es la luz del pueblo argentino que salió no solamente en Buenos Aires, sino en tantas ciudades, pero principalmente en esa gran caja de resonancia que es la ciudad de Buenos Aires, a celebrar el Bicentenario, en una fiesta en la que la palabra pueblo se impuso por encima de todas las palabras. Era pueblo donde uno pusiese la mirada, era pueblo en la Avenida 9 de Julio, era pueblo en cada una de las esquinas, en cada uno de los cafés, eran pueblo millones y millones de personas andando hacia el centro de Buenos Aires para agitar la bandera Argentina y para darse un abrazo... Era un pueblo que había suspendido todo lo negativo que pueda tener, todas sus discusiones, y se había lanzado a disfrutar y a homenajear a aquellos hombres que empezaron a hacer grande esta parte del mundo. Era un pueblo en que no había corridas, no hubo ladrones, en que nadie tuvo que sobrellevar evidentemente ninguna circunstancia desagradable..."
Víctor Hugo Morales.

Un pequeño resumen de esta grande y emocionante fiesta. Se demuestra en él que el pueblo otra vez fue mucho más que las perversas minorías que también son parte de nuestra historia:

Olvidarte no podrán




Te pueden amar,
te pueden odiar,
te pueden llevar en el alma.

Se puede contar una historia irreal
pero olvidarte no podrán.

Te pueden herir
y glorificar,
te pueden creer una Santa.
Hablar de dolor,
de un amor sin piedad,
pero olvidarte no podrán.

Si dejaste el corazón en este suelo
y creíste en tu batalla día a día,
cuántos que te extrañan
y esperan todavía
si aquí dejaste tu vida.

Se abren los balcones,
vuelan ruiseñores,
y algo se agiganta
cuando un pueblo canta
con el corazón.

Frágil como un hada,
furia despiadada,
como un lobo herido,
casi en un suspiro
hablaste de amor.

Quién puede contar
la historia real,
quien puede saber
de tus penas.
Tal vez comprender
cómo fue una mujer
que fue bandera alguna vez.

Patricia Sosa.