Lo peor que le podía pasar a Sobisch en las elecciones presidenciales de 2007 era quedar en el quinto puesto, detrás de las fuerzás de Fernández de Kirchner, Carrió, Lavagna y Rodríguez Saa. Jorge Sobisch salió sexto, no contaba con que Pino Solanas le podía ganar, y le ganó.
El asesinato al docente Carlos Fuentealba bajo su mandato como gobernador de Neuquén lo sepultó en la política, al punto que en Neuquén ganó Cristina Fernández y Sobisch terminó tercero. Sí, ni los neuquinos lo votaron.
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